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Foto del escritorMarco Tapia Mera

Construcción 4.0: Revolución Humana

Actualizado: 15 sept 2022



Quiero invitarte a hacer una reflexión: ¿Qué viene a tu cabeza cuando piensas en la cuarta revolución industrial?. Un futuro lleno de ¿Robots?, ¿De inteligencia artificial que reemplaza a los seres humanos?, ¿Piensas que es buena?, ¿es mala?, ¿Es una oportunidad?, ¿Una amenaza?


Hace un par de años, en el 2018 fue publicado en The New York Times una noticia cuyo titular decía: “Robots por humanos: consecuencias de la escasez de trabajadores migrantes”. Y mencionaba que “Las máquinas inteligentes pueden armar entre sesenta y ochenta bolsas de ensalada por minuto, el doble de la producción de un trabajador” (1). Noticias como éstas, llenan de preocupación a muchos. ¿En qué medida los robots nos van a reemplazar? ¿En qué medida nos van a quitar el empleo?.


Entonces recuerdo la película Yo Robot, protagonizada por Will Smith. Una película ambientada en el año 2035 en la que una serie de humanoides reemplazaban a la mayor parte de los seres humanos. Entonces el detective Del Spooner (personaje representado por Will Smith), amante de los años 80, entra en una lucha contra los robots (2). Y pienso, que hoy por hoy, hay mucha gente como este detective.


La idea de este artículo, es abordar algunos puntos alrededor de la Construcción 4.0 y al final espero que lleguemos a la conclusión de que, con ella llegan muchas oportunidades y que depende de nosotros aprovecharlas para que nuestros proyectos y nuestra industria se desarrollen de mejor manera y se proyecte al futuro.


Empecemos hablando de las tres revoluciones industriales que, en su momento, también trajeron muchas inquietudes y miedos.


La primera revolución, a finales del siglo XVIII con la máquina a vapor, que vino a reemplazar la fuerza humana o la de los animales. Se produjeron en la época, varios movimientos sociales en Inglaterra cuando llegaron los primeros telares de vapor. Claro, cada uno de éstos reemplazaban a 36 obreros.


Un siglo más tarde, llega la segunda revolución industrial con el descubrimiento de la electricidad. Ella facilitó la producción en masa y otros grandes desarrollos a nivel mundial.


Más tarde, la tercera revolución industrial a finales de los años sesenta. La electrónica, las computadoras u ordenadores. En este punto les invito a poner un recordatorio en esta fecha, finales de los años sesenta, porque luego vamos a regresar a esta época para analizar algunos puntos relacionados con nuestra industria.


Y llegamos a la cuarta revolución industrial, para nosotros la Construcción 4.0. La revolución de los datos, potenciada con el uso de sensores y a través de ellos el almacenamiento masivo de la información. La inteligencia artificial aterrizada en tecnología concreta como la robótica. Hoy por hoy, no solo los países desarrollados tienen acceso a ella; hoy varios hogares latinoamericanos tienen asistentes del hogar en forma de pequeños robots, por ejemplo. Pensando ya en nuestra industria, robots en forma de drones, tecnología como los gemelos digitales, BIM, la realidad virtual y la realidad aumentada, la impresión 3D, el blockchain y la seguridad informática. Todo esto nos abre muchas posibilidades para manejar mejor nuestros proyectos y empresas constructoras, por lo que es imprescindible para nosotros, el involucrarnos y seguir innovando a pesar de la resistencia que pueden generar estos cambios.

Si volvemos a revisar la historia, pensamos esta vez en nuestro sector: ¿Cómo era la arquitectura e ingeniería en su momento?. Salas llenas de personas, diseñando a mano y tardando meses en un solo proyecto, muchas veces pequeño. Con la aparición de la informática parecía que los técnicos iban a perder su trabajo; sin embargo, no fue así, porque el ser humano tiene la capacidad de adaptarse, porque las revoluciones llegan para mejorar. Hoy tenemos más tiempo para usar nuestro criterio y no para hacer cálculos o dibujos manuales. Hoy podemos ser más eficientes y lograr mayor calidad. Insisto, por esta y muchas otras razones tenemos que abrazar el cambio en lugar de resistirnos a él.


Ahora bien, para aprovechar estás oportunidades es importante reflexionar alrededor de algo y para eso quiero regresar al punto anterior cuando mencionaba la tercera revolución industrial que se produjo a finales de los años 60 con el desarrollo de la electrónica y la informática. Según mi punto de vista, la tercera revolución industrial nos pasó por encima. Me explico: En la actualidad, el diseño de arquitectura e ingeniería, por ejemplo, a mejorado muchísimo a nivel individual. Es decir, un arquitecto demora mucho menos en armar los planos de un proyecto que cuando se hacía a mano. ¿Pero y la productividad en conjunto?. Sí observamos la Figura 1 (3), fruto del estudio llevado a cabo por Paul Teicholz, Paul Goodrum y Carl Haas, podemos ver que la productividad en Estados Unidos entre los años 1964 y 2012, no ha mejorado. Además, la tendencia no es alentadora. Pero si la industrialización, la prefabricación y la tecnología se desarrollaron hace muchos años, ¿por qué la industria de la construcción no ha mejorado en su conjunto y las demás industrias, sí?




Bueno, si profundizamos, la Construcción tiene ciertas características particulares que hacen que tengamos un alto grado de imprevistos y contingencias, ineficiencia en el uso de recursos, tanto materiales, financieros y de tiempo. Esto provoca permanentes desviaciones de plazo y presupuesto, restándole confiabilidad a nuestros planes.


Las causas suelen estar relacionadas con la sensibilidad al clima, la presión del trabajo y la manera desintegrada en la que trabajamos. Normalmente nuestros proyectos incluyen varios contratistas con intereses distintos y normalmente no alineados a los objetivos del proyecto. Básicamente, cada quien rema para su lado. Además, métodos tradicionales de planificación que tienen deficiencias propias y que no han sabido responder a la incertidumbre del entorno actual y si a esto le sumamos la actitud mental que nos lleva a pensar: “Si lo llevo haciendo así 30 años y no me ha ido mal… ¿por qué voy a hacerlo distinto?”.


Si no estamos abiertos a las ideas, métodos y tecnologías nuevas, cómo vamos a esperar resultados diferentes como Industria. Todos los elementos mencionados hacen no solo que la productividad de la Construcción esté estancada, sino también que nuestros proyectos se conviertan en espacios de conflicto.


Y, ¿cómo logramos convertir el espacio de obra en un espacio de colaboración y no de conflicto?


Lean Construction o “Construcción Sin Pérdidas” es un concepto que propone tener un enfoque en 3 vértices: Filosofía, Tecnología y Cultura. La filosofía nos orienta, con ideas como la búsqueda permanente de la excelencia, la mejora continua y el respecto por las personas. La tecnología nos permite aterrizar en resultados concretos esos objetivos y la cultura le da el soporte a largo plazo.


Si entramos en detalle, esta búsqueda de la excelencia, es un principio que procura, una postura de mejora continua para entregar valor a nuestros clientes. Por eso debemos entender con precisión lo que nuestro cliente requiere, lo que nuestro cliente valora, lo que necesita. Así, desarrollamos procesos, creamos y usamos equipos, herramientas y tecnología para entregar ese valor a nuestros clientes, eliminando permanentemente lo que no sume; es decir, eliminando desperdicios. Paso a paso, haciendo las cosas mejor cada vez, aprendiendo de nuestros errores y logrando en conjunto los resultados que esperamos. Imaginémonos automatizando procesos que contienen desperdicios… Absurdo, ¿no?.


Y como un tercer elemento, no menos importante, de hecho, tal vez el más importante, el respeto por las personas. Porque nuestros proyectos los hacen las personas y por eso Lean tiene como foco este como uno de sus principios fundamentales, porque con su involucramiento, con su empoderamiento, lo que logramos es que el talento humano se despliegue en su máximo potencial y a través de él consigamos maximizar los buenos resultados en nuestros proyectos de construcción.



Ahora, hablemos un poco del talento del ser humano y miremos, por ejemplo, como hemos desarrollado nuestras capacidades cerebrales. El hemisferio izquierdo nos da el enfoque lógico, está relacionado con el pensamiento lineal, la eficiencia; el hemisferio derecho nos da el enfoque creativo, está relacionado con el pensamiento lateral, “salir de la caja”, con la eficacia. El hemisferio izquierdo es la velocidad, el derecho nos da dirección; podemos subir rápidamente una escalera sin habernos preguntado antes si ésta está apoyada en la pared correcta. El hemisferio izquierdo controla, el derecho inspira. Por eso es clave saber combinar los dos hemisferios. Decía Stephen Covey, Administra con el hemisferio izquierdo, Dirige con el derecho.


La educación hasta hoy se ha encargado de fortalecer uno de los dos hemisferios. (Puedes adivinar ¿cuál?). Podemos aprovechar toda esta nueva tecnología, los robots, la automatización, la inteligencia artificial para hacer ese trabajo que solíamos hacer con el hemisferio izquierdo, que generalmente se refiere a sistemas y procesos repetitivos, todas esas tareas se puede automatizar y puede ser ejecutado por un robot y de esa forma, nosotros liberaremos nuestro tiempo para enfocamos en crear, en tomar decisiones acertadas, en analizar si estamos apoyados en la pared correcta, en ver el bosque y no solo un árbol, en desarrollar las habilidades humanas que nos permitan desplegarnos como equipo y explotar nuestro talento individual y colectivo. Decía Gari Kasparov: “Las máquinas son muy buenas dando respuestas, pero los humanos somos buenos haciendo las preguntas.”


Pienso que la Construcción 4.0 es la oportunidad para mejorar el desempeño de nuestra industria y además del despliegue de nuestro talento. Qué bueno entonces qué podamos usar al máximo la tecnología para dedicarnos a ser más humanos y de esa manera fortalecer nuestra cultura de colaboración, de confianza, de liderazgo. Trabajo colaborativo que significa sumar ideas y encontrar soluciones conjuntas al enfocarnos en objetivos comunes. Tanto si son sí somos gente joven que tiene mayor facilidad del uso de las nuevas tecnologías, como si somos gente que tiene más experiencia y que puede aportar con todo ese conocimiento previo. Como eslabones de una misma cadena, diferentes pero complementarios.


Por eso pienso, que esta es la revolución de los seres humanos, porque somos las personas, quienes con su creatividad, desarrollamos los proyectos que, no solo van a mejorar el desempeño de la construcción, sino que también, van a mover el mundo a un lugar mejor.


¿Qué opinas?


Ing. Marco Tapia Mera.

Director Ejecutivo de Gerenco®

marcotapia@gerenco.ec


Artículo publicado en la Revista mexicana World Construction, en su Edición de Agosto de 2022.

 

Referencias.

1. Jordan, M. “Robots por humanos: consecuencias de la escasez de trabajadores migrantes”. New York Times, (2018).

2. I, Robot. Ciencia ficción. Película estadounidense producida en 2004, dirigida por Alex Proyas y protagonizada por Will Smith.

3. Teicholz, P. Goodrum, P. y Haas, C. Productividad en Estados Unidos 1964-2012. Estudio llevado a cabo por, basado en datos del US Department of Commerce.

4. Gonzalez, B. “Industria 4.0: una revolución para las personas”. TEDxUDeusto (2018).


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